Seguro que alguna vez te has preguntado que és lo que te convendría más si hacerte autónomo o crear una sociedad limitada ó anónima. Nosotros te vamos a ofrecer una serie de argumento para crear una sociedad limitada antes de hacerte autónomo, eso sí eres tú el que decide.
1. Tu patrimonio personal no queda comprometido
Es la mejor forma de no poner en riesgo tu futuro y el de tu familia. Al formar una sociedad, limitas la responsabilidad a tu aportación al capital social (SL) o las participaciones accionariales (SA).
2. Se reduce la carga fiscal
La presión fiscal en un autónomo puede llegar al tipo marginal máximo del 48%, frente al 30% del Impuesto de Sociedad. Lo que explica la elevada carga fiscal de los autónomos es el carácter progresivo del IRPF, que en la práctica permite sumar a los ingresos generados por la actividad profesional del autónomo plusvalías como las generadas por la venta o alquiler de un inmueble familiar o las procedentes de inversiones bursátiles.
3. Cuentas con deducciones en el Impuesto de Sociedades
Sobretodo cuando queremos ampliar la plantilla de la empresa para lo cual contratamos a nuevos trabajadores.
4. Mayores facilidades para crecer, ampliar servicios y diversificar riesgo
Si te mueves en un sector de elevada concentración o buscas convertirte en proveedor de grandes compañías, te verás obligado a constituirte como empresa, ya que las multinacionales sólo subcontratan a sociedades. Eso les permite solicitar información empresarial para valorar sus capacidades, solvencia y garantizar un suministro durante un periodo de tiempo prolongado.
La recomendación es diversificar el riesgo, pero ¿cómo? Seguro que si analizas tu núcleo de negocio encontrarás en torno a él otras actividades que puedes convertir en oportunidades comerciales. Identifícarlas, analiza su potencial de mercado, las sinergias con la actividad principal y tu estructura de negocio.
5. Mejorar tu imagen de cara al público
Ser una sociedad limitada o anónima tiene mucho más gancho, sobre todo si se trata de grandes empresas y bancos. Además, también se mejora la capacidad negociadora.